miércoles, 26 de marzo de 2014

Financiación colectiva y bitcoins

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En los últimos meses se está hablando mucho del 'crowdfunding', del 'crowdlending' y de los bitcoins, si bien a veces no nos damos cuenta de su trascendencia. En un reciente estudio sobre los futuros competidores del sector financiero realizado por el IEB (Instituto de Estudios Bursátiles), se habla de éstas y otras iniciativas como posibles actores del sector en el medio plazo.

En este informe se analizaba el grado de amenaza o aproximación al sector financiero de las nuevas tendencias disruptivas que pretenden desintermediar el sector. Posiblemente la actividad que más tiene que ver con el sector financiero es la del crowdfunding o financiación colectiva, donde personas con proyectos, en su mayoría culturales, buscan recursos para financiarlos y en contrapartida, ofrecen una remuneración no dineraria.

Esto ha ido evolucionando hacia el crowdlending que busca la financiación de particulares y empresas proporcionando un tipo de interés a cambio. La amenaza que este tipo de plataformas puede suponer frente a las entidades financieras es significativa, puesto que están realizando una actividad intrínseca de la banca: prestar.

Aún es pronto para afirmarlo, puesto que el volumen en España es bajo, aunque a nivel mundial ha movido unos 5.000 millones de dólares en 2013, un importe significativo si lo comparamos con los 2.300 millones del 2012. Por ejemplo, Lending Club, líder en préstamos P2P, ha intermediado más de 3.500 millones de dólares en préstamos desde 2006 y Funding Circle, creada en 2009, está moviendo ya cerca de 200 millones de libras anuales en préstamos.

Regulación

El Gobierno acaba de dar un paso muy importante regulando este sector involucrando a la CNMV y al Banco de España, según el tipo de financiación sea de participación accionarial o solicitud directa de préstamo. Ha limitando a 1 millón de euros la financiación de cada proyecto con aportaciones individuales máximas de 3.000 euros por inversor y plataforma, y 6.000 euros por año.

Otra potencial amenaza son las monedas virtuales o criptomonedas, entre las que destaca el bitcoin. Estas monedas se caracterizan por permitir realizar transferencias de efectivo desde un extremo del mundo hasta el otro en apenas unos minutos y sin ningún coste. Además, no está sujeta al control de ningún banco central o institución financiera, las transacciones se llevan a cabo directamente de persona a persona y no siendo necesario revelar la identidad al realizar negocios.

Esta última característica está afectando negativamente a su imagen por el posible problema con el blanqueo de capitales. Pero no se nos puede olvidar que a pesar de que en algunos países ha sido prohibida y que últimamente ha tenido problemas de seguridad en algunas plataformas de compra-venta, en el 2013 movió un volumen de más de 1.000 millones de dólares y hay más de 12.000 comercios que permiten pagar con ella.

Primer cajero de bitcoins


Más aún, hace unos días Barcelona recibía el primer cajero de bitcoins, haciendo de nuestro país, el tercero del mundo en disponer de este tipo de dispensadores. Tienen previsto instalar 100 solo este año. Parece que es un camino sin vuelta atrás. Facebook y Amazon ya tienen sus monedas virtuales para comprar contenidos en sus webs, hoy hay más de 150 criptomonedas alternativas o altcoins en el mundo e incluso algún banco de inversión ha intentado lanzar su propia moneda.

Existe otra actividad como la del cambio de divisas que ha sido tradicionalmente de las entidades financieras, pero que poco a poco comienza a tener competidores. En 2011 fue creada Kantox, una startup con sede en Londres pero con el grueso de su equipo en Barcelona. Mediante esta plataforma es posible comprar y vender divisas a un buen precio y con comisiones muy competitivas. Este tipo de compañías poco a poco se van haciendo grandes, como muestra que Kantox acaba de levantar una ronda de financiación de 6,4 millones de euros, lo que le permitirá aumentar los 250 millones de euros que se estima que movieron en divisas en 2013.

Por último podemos destacar las compañías de microcréditos online. Wonga es la pionera en la concesión de microcréditos a través de Internet. Esta empresa nació en Reino Unido en 2007 y acaba de aterrizar en España, habiéndose convertirlo rápidamente en una de las más innovadoras del sector. 
Su clave es el importe y el plazo de devolución, máximo 300 euros y 34 días. 

Pero hay que leer la letra pequeña, puesto que la TAE se puede disparar considerablemente. El sector financiero ha cambiado más en los últimos 5 años que en los 50 anteriores y todo indica que esta tendencia va a mantenerse en los próximos años.


Fuente: El Economista