Ecuador ha anunciado que su moneda digital respaldada por el gobierno estará lista para su distribución en diciembre, un movimiento que los analistas discuten que es el equivalente a sustituir el dólar estadounidense como su moneda legal.
Los comentaristas se apresuraron a reprender al concepto, los cuales el presidente ecuatoriano Rafael Correa dice han sido un gran obstáculo para llevar a cabo el plan, llamándolos los "pseudoanalistas que han aparecido en los medios de comunicación".
Sin embargo, esas partes pueden tener una buena razón para hacerlo, ya que Correa afirmó que la nueva moneda no será semejante a Bitcoin en su construcción. En concreto, no habrá ningún límite en la cantidad disponible para la producción, algo que Nathalie Reinelt, analista de pagos emergentes de Aite Group, con sede en Estados Unidos, le advirtió al WKYT podría permitirle al gobierno crear tantas como deseen.
Según sospechan, pereciera que Ecuador tiene que demostrar sus buenas intenciones si utiliza la moneda para mejorar su situación financiera, actualmente centrada en torno a 11 billones de dólares de deuda.
Sin embargo, para un Estado que no ha tenido ningún control sobre la emisión de dinero desde que tomó el dólar de Estados Unidos en el 2000, el deseo de recuperar éste es sin duda bastante fuerte y algo que el gobierno ve como un derecho básico gozado por la gran mayoría de los países.
No obstante, el Banco Central, encargado de administrar la nueva moneda, dijo que no había planes en marcha para reemplazar al dólar estadounidense, y que la nueva moneda, además, tendría usos limitados. La herramienta financiera no será aplicable para la compra, y los empleados estatales continuarán recibiendo sus salarios en dólares.
Ecuador es, de alguna manera, solitario en su hostilidad hacia las monedas digitales, con Bolivia siendo el único país de América del Sur en prohibirla totalmente. El Salvador, que ha estado usando exclusivamente el dólar de EE.UU. desde el 2001, permite el uso de Bitcoin.
Comentario de un experto
Patrick Dugan: "Parece que van a hacer algo bastante simple que tendrá fichas ancladas al dólar y transmitirán el valor para pagar impuestos y a los negociantes. En esencia suena como su propio PayPal, con carriles cerrados. La comparación con la red de un operador de telefonía móvil sugiere algo más cercano a eso que incluso una bifurcación de la moneda proof-of-stake. La imposibilidad de comprar bonos con él también sugiere algo que carece de las características de la criptografía 2.0, tales como la compleja emisión de las fichas y los pagos de dividendos, un país que emita criptobonos o transparencia fiscal para sus bonos registrados sería una buena idea.
Creo que el único pasajero para este evento es: Ecuador, éste no es Venezuela".