Venezolanos expertos en tecnología, que buscan evitar los controles económicos impuestos por el gobierno socialista, están recurriendo a la moneda virtual Bitcoin para obtener dólares, hacer compras por internet y hasta poner en marcha una subversión a baja escala.
Dos hermanos venezolanos radicados en Nueva York esperan esta semana comenzar a operar el primer exchange (bolsa de cambio) Bitcoin en el país, que ya cuenta con varios cientos de seguidores de la moneda virtual.
Debido al control de cambios introducido por el fallecido Hugo Chávez en el 2003, la adquisición de divisas sólo es posible solicitándolas al Estado, que tiene dificultades para satisfacer la demanda, o recurriendo al mercado negro.
Esto ha creado un mercado gris de bitcoins, una moneda digital que no está respaldada por ningún gobierno ni es emitida por ningún banco central.
Los valores del bitcoin se han disparado y han caído en el último año tras la bancarrota de la plataforma de intercambio Mt.Gox, que desapareció con 650.000 bitcoins de depositantes, lo que hizo que algunos países comenzaran a evaluar su regulación.
En Venezuela, el uso de Bitcoin puede tener un aire subversivo para algunos.
"Bitcoin es una forma de rebelarte contra el sistema", dijo Juan Villar, un operador de Bitcoin y desarrollador de programas. Villar, caraqueño de 32 años, descubrió la utilidad del Bitcoin cuando quiso comprar una batería de teléfono celular a 10 dólares a través de una tienda de comercio electrónico.
Incapaz de pagar en dólares, Villar adquirió bitcoins a través de un amigo usando bolívares, la moneda local. Luego utilizó bitcoins para comprar la batería.
Gerardo Mogollón, un profesor de negocios que se hace llamar 'Dr. Bitcoin Venezuela', habla en conferencias y aparece en vídeos en línea para animar a los venezolanos a adoptar la moneda virtual.
"Estoy enseñando a la gente a usar bitcoin para eludir los controles de cambio", dijo Mogollón, profesor de 42 años, encargado del postgrado de negocios en la Universidad de Táchira, en el occidente del país.
Actualmente, el comercio de bitcoin en Venezuela se desarrolla entre los apasionados que utilizan los foros de internet y las redes sociales para hacer ofertas especiales.
Kevin y Víctor Charles, hermanos venezolanos que viven en Nueva York, esperan abrir esta semana SurBitcoin, que reunirá en línea a compradores y vendedores de bitcoins.
Alta Volatilidad
El precio de un bitcoin ha caído un 70 por ciento a menos de 350 dólares desde máximos en noviembre del año pasado, lo que ilustra el riesgo de la moneda digital.
Pero el propio bolívar se ha desplomado casi un 60 por ciento frente al dólar negro en el último año. La moneda venezolana rompió la barrera de los 100 bolívares por dólar hace dos semanas para cotizar 16 veces más caro que la tasa oficial más fuerte.
"A pesar de que Bitcoin es volátil, es aún más seguro que la moneda nacional", dijo Kevin Charles, de 22 años, quien acaba de completar una licenciatura en economía en la vecina Colombia. Muchos convierten los bitcoins en dólares, en todo caso.
Una de las dificultades de la nueva plataforma de intercambios será la búsqueda de un suministro de bitcoins. Una esperanza es que los expatriados utilicen el intercambio para enviar dinero a casa, vendiendo bitcoins por bolívares.
Otra respuesta es que los venezolanos empiecen a 'minar' sus propios bitcoins, como se conoce al proceso para generar las monedas virtuales, a través de costosos computadores que resuelven complejos algoritmos.
Actualmente hay más de 13 millones de bitcoins en todo el mundo, con un valor de 4.500 millones de dólares, de acuerdo con la popular plataforma de comercio Coinbase.
La ejecución de los sistemas informáticos para la 'minería' de bitcoins requiere de gran cantidad de electricidad, lo cual es una ventaja competitiva para los venezolanos.
Facturas que podrían alcanzar cientos o miles de dólares al mes en los Estados Unidos equivalen a apenas unos dólares en Venezuela, gracias a los generosos subsidios del gobierno.
En una casa llena de aires acondicionados en Caracas, un 'minero' de bitcoin yace rodeado de equipos especializados valuados en miles de dólares. Pidió no ser identificado por temor a robos.
"En Venezuela tenemos nuestra fiebre del oro: el bitcoin", dijo.