miércoles, 11 de junio de 2014

Banqueros centrales argumentan que las monedas digitales necesitan control institucional

Un reciente trabajo de dos de los bancos centrales de más alto nivel en Europa sugiere que la tecnología Bitcoin subyacente podría servir como un catalizador para el cambio en el dinero global y la infraestructura de los pagos.



Con el título "La evolución de los Bancos Centrales: La perspectiva de un practicante" y coescrito por el economista jefe del Banco de Inglaterra, Andrew G. Haldane y Jan F. Qvigstad, director ejecutivo del Norges Bank, el Banco Central de Noruega, el documento abarca la evolución de la banca central y los desafíos que han surgido en la era del dinero digitalizado.
Tal vez lo más notable, es que los autores rechazan la idea de que las monedas digitales descentralizadas tengan un futuro, debido a la volatilidad de precio y la percepción pública un tanto negativa de Bitcoin.
En cambio, postulan que los bancos centrales podrían emitir sus propias monedas digitales que se beneficiarían del respaldo institucional de un banco central. Sin embargo, el documento reconoce el papel transformador que Bitcoin está jugando.
Los autores escriben:
"Si [Bitcoin] demuestra ser robusto, sería un importante paso hacia adelante en el pensamiento acerca de cómo se crea y se mantiene la confianza en el dinero y por lo tanto el futuro del dinero y los pagos".

Evolución vigente

Los autores contrastan los puntos de vista opuestos sobre la moneda digital. Por un lado, dicen que los economistas monetarios han rechazado en gran medida a Bitcoin como un experimento fallido en el "dinero privado", mientras que los entusiastas de la tecnología han argumentado que Bitcoin revolucionará las formas de pago y la forma de pensar sobre el valor.
A pesar de reconocer los puntos fuertes de las monedas digitales descentralizados como Bitcoin, Haldane y Qvigstad dicen que es "poco probable" que remodelen la infraestructura de los pagos globales, escribiendo:
"Por una variedad de razones, no parece probable que Bitcoin cambie el panorama para el dinero y los pagos. Pero, la tecnología subyacente de Bitcoin quizá sí podría".
Por el contrario, los autores apuntan a compañías como PayPal y Google como modelos de cómo se pueden hacer mejoras a las estructuras de pagos del mundo, sin introducir nuevos elementos radicales

La banca central prosperando

Haldane y Qvigstad descartan la idea de que la descentralización de las monedas digitales marcará el final de la banca central, llamando a ese punto de vista "demasiado pesimista".
Comparando la introducción de las monedas digitales con el ascenso del oro para su uso en la banca, los autores dicen que los bancos centrales de todo el mundo podrían adoptar tecnologías similares a Bitcoin. Tal medida, según el informe, constituiría "el siguiente paso evolutivo en la emisión de dinero".
Por último, Haldane y Qvigstad dicen que los bancos centrales podrían beneficiarse de la tecnología, incluso si deciden no integrar las monedas digitales en un futuro cercano, escribiendo:
"Los bancos centrales no han sido nunca primeros motores de tecnología. Pero, el juego del dinero y el crédito se repite. Y en los juegos repetidos el último movimiento es por lo general el que importa más”.