lunes, 17 de noviembre de 2014

Se buscan usuarios de bitcoin desesperadamente

Bitcoin ha acaparado cientos de titulares en los últimos años, casi todos en torno a su novedad -¿Es una moneda virtual? ¿Es un bien digital? ¿Es una tecnología?- o a su volatitilidad como valor. El reto para las compañías que trabajan con este producto es tratar de convencer al gran público de sus ventajas para sumar usuarios y generar confianza, uno de los grandes problemas de esta volátil tecnología.
Quienes impulsan esta 'criptomoneda' aseguran que su uso se irá imponiendo poco a poco. Recientemente, Félix Moreno, uno de los miembros de la Fundación Bitcoin, contaba a la agencia EFE que este año esperaban que el numero de usuarios de bitios en el mundo llegara hasta los 200 millones este año, es decir, 10 veces más que el año pasado.
Sus promotores destacan las ventajas del uso de bitcoins en el comercio electrónico frente a las divisas tradicionales, sobre todo a la hora de comparar las comisiones que soportan las transacciones con modelas tradicionales; en su punto de mira están los bancos tradicionales y los medios de pago más usados en la Red, como Visa, Mastercard o PayPal.
Brian Armstrong, fundador de Coinbase, una compañía que ofrece 'monederos' virtuales para almacenar bitcoins y una plataforma intermediadora de pagos, explicaba en una reciente visita a España que "si es usted un comerciante se puede ahorrar mucho en comisiones por transacciones por tarjetas de crédito -un ahorro que urde trasladarse al consumidor y puede terminar rebajando las comisiones bancarias por pura competencia-, mientras que si es un consumidor, puede resultar interesante su uso simplemente por ser un nuevo avance tecnológico".
"Por primera vez", añade, "tenemos una divisa que no depende de ningún país: usted puede ser su propio banco, y además puede realizar transacciones en todo el mundo de forma muy fácil y rápida, con lo cual digamos que usted tiene el control y las riendas de su propio dinero".
Sin embargo, el abogado Javier Maestre, especializado en nuevas tecnologías, cree que aún es pronto para afirmar eso. "El argumento de ser tu propio banco es un tópico, de momento, más teórico que real", comenta. "Es cierto que en una economía en la que se pudiera operar sólo con bitcoins uno podría prescindir de los bancos, pero al día de hoy es complicado "escaparse" de los actuales servicios bancarios".
"No obstante", añade Maestre, "cabría comentar que los 'intermediarios' del dinero (bancos), que hasta ahora habían quedado un poco al margen de la reestructuración que han sufrido los intermediarios de otros sectores (agencias de viaje, telecomunicaciones, propiedad intelectual...), tendrán que adaptarse a la tecnología Bitcoin y es previsible una reestructuración profunda de los agentes que intervienen en estos mercados, como ha sucedido en otros".

Una definición de bitcoin

A pesar de los ríos de tinta que ha generado bitcoin, aún se busca una definición clara, al menos para el gran público. Según explica Armstrong, "es muy difícil definirlo porque es en realidad muchas cosas al mismo tiempo: es una divisa, es un bien básico, es un producto para almacenar valor y es una herramienta tecnológica, es todas esas cosas al mismo tiempo". "Es verdad que hace que sea más complicado para el ciudadano de a pie comprender qué es exactamente bitcoin", admite el fundador de Coinbase.
Javier Maestre prefiere definir bitcoin "sobre todo, como una tecnología, que tiene aplicaciones en los mercados financieros y puede llegar a funcionar como una moneda para el intercambio de bienes y servicios, con las consecuencias que ello genera como ser un activo de acumulación o conservación de valor". Y unaherramienta para "abrir mentes" a algo completamente nuevo.
Armstrong explica que pese a la volatilidad manifiesta de bitcoin en los últimos años, con hasta tres grandes burbujas especulativas, dicha volatilidad está descendiendo "Es una tecnología nueva, de vanguardia, y mucha gente aún no lo entiende", comenta, y compara: "Si vemos qué pasó sin Internet hace unos años también hubo mucha fluctuación, había gente que decía que aquello era el futuro y otros decían que estaba abocada al fracaso. Hay picos de uso o de valor relacionados con Internet en sí que nunca se han alcanzado de nuevo, pero eso no quiere decir que no estemos de acuerdo en que Internet es una herramienta sumamente útil".
"Creo que es completamente natural que haya escépticos y gente que desconfíe de bitcoin, pero estoy convencido de que al final todo el mundo entenderá que bitcoin es algo positivo, y esta idea se generalizará y terminará siendo demostrada", concluye Armstrong.

Necesitan más usuarios

La estrategia de Coinbase pasa, inevitablemente, por atraer a la mayor cantidad de usuarios posibles, antes de acercarse a los comercios y a las compañías para que acepten pagos en bitcoins. Precisamente, uno de los problemas actuales del bitcoin radica en la complejidad de su utilización por parte de usuarios no experimentados.
Armstrong pone como ejemplo su estrategia de crecimiento en EEUU, que ahora quiere importar a Europa. "Hemos convencido a mucha gente reacia al simplificar el proceso de uso de esta moneda", comenta, y destaca que para ello han simplificado mucho la tarea de compra y venta de bitcoins con un sitio web muy simple y fácil de usar.
En EEUU es donde tienen la mayor base de usuarios, que en total llegan a 1,7 millones con cartera virtual de bitcoins, un 24% de la cuota total de ese mercado, siempre según sus propios datos. Hasta 36.000 empresas han incluido Coinbase en sus plataformas de comercio electrónico.
La compañía Coinbase acaba de aterrizar en España y otros países europeos -Irlanda, Suecia, Dinamarca, Polonia, Italia, Francia, Bélgica, Suiza, Holanda, Austria, Chipre, Finlandia, Grecia, Malta, Portugal, Letonia y Eslovaquia- con un objetivo primordial: captar usuarios. Buscan estar presentes en 30 países a finales de 2015, y esperan atraer a un millón de usuarios en Europa en un año. Aquí llegó hace apenas un mes y había cerca de 9.000 usuarios registrados en el momento de realizar esta entrevista con su fundador.
"El mercado en España es muy pequeño aún, el uso de bitcoin como medio de pago no está generalizado", admite Armstrong, que cree que la rasó de ello es que "no ha habido un acceso sencillo". "En EEUU hemos tenido éxito porque lo primero que logramos fue que la gente pudiera tener un acceso fácil a bitcoin y almacenarlos y, a partir de ahía empezó nuestra labor para convencer a comerciantes del uso de bitcoins, para conseguir un volumen de transacciones importante".
"Es una tendencia clara en EEUU porque, en primer lugar, hemos facilitado un acceso sencillo a bitcoin para los consumidores", desvela el fundador de Coinbase. "Queremos traer ese modelo aquí, a Europa, y confiamos en que haya un volumen importante de transacciones en bitcoin aquí el próximo año".

¿Quién regula esto?

La actividad de Coinbase en España está planteada, de hecho, como un intermediario de pago (tanto en la Red como en el mundo físico)."Si nos quiere definir de forma sencilla, puede decir que somos como PayPal pero para usar bitcoins", afirma Armstrong. "Ayudamos tanto a los consumidores como a los vendedores a que se sirvan de bitcoins: los consumidores pueden almacenar y usar bitcoins para transacciones de forma segura, mientras que los comerciantes pueden aceptar pagos en bitcoins y ver reducidas las comisiones que tienen que pagar por las transacciones comerciales".
El fundador de Coinbase asegura que han establecido "canales de comunicación con las autoridades para explicarles nuestra actividad, nuestros estudios sobre las posibilidades en función de cada mercado, también las medidas que hemos tomado para evitar actividades fraudulentas...".
¿Pero en virtud de qué reglamentación actúan? ¿Como entidad financiera? Armstrong responde: "No estamos reglamentados como bancos, a pesar de que parte de nuestra actividad se asemeje a ciertas operaciones bancarias. Pero fíjese que hay procesadores de pago, como Western Union, que tampoco están regulados como bancos".
Por su parte, el abogado Javier Maestre apunta: "Western Union no es un banco, pero su actividad sí está sujeta a supervisión por parte de la autoridades financieras y monetarias". "Hay que tener en cuenta que la normativa financiera no resulta solo de aplicación a los bancos, sino que otras empresas como las entidades de dinero electrónico, medios pago o casas de cambio también tienen que cumplir sus previsiones", afirma el experto.